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Cómo tapizar una cabecera de cama de forma creativa y fácil

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Tapizar una cabecera de cama: introducción

La cabecera de una cama es un elemento muy importante en la decoración del dormitorio. Además de darle un toque elegante y personalizado a la habitación, también puede ser muy útil para proteger la pared de manchas y roces. Elegir una cabecera tapizada es una opción cada vez más popular, ya que ofrece múltiples ventajas: es cómoda para apoyarse, suave al tacto, puede ser fácilmente personalizada y, por supuesto, ¡es muy fácil de hacer! En este artículo os contaré cómo tapizar una cabecera de cama de forma creativa y fácil, para que podáis darle un toque único a vuestro hogar.

Elige el tejido

Lo primero que debes hacer es elegir el tejido para tapizar tu cabecera. Puedes encontrar una amplia variedad de tejidos en las tiendas de manualidades o en las tiendas de decoración. Algunas opciones populares incluyen la tela tipo cuero, la ante, la microfibra y, por supuesto, el terciopelo. Una vez que hayas elegido el tejido, asegúrate de medir la cabecera de tu cama para determinar cuánto necesitarás. Asegúrate de añadir al menos un par de pulgadas adicionales a cada lado para permitir el doblez y el tensado.

Prepara la cabecera

Después de elegir el tejido, es hora de preparar la cabecera. Para ello, necesitarás retirar cualquier elemento decorativo o de fijación que tengas en la actual. Si hay botones decorativos, clavos o cualquier otro elemento, asegúrate de quitarlos y guardarlos en un lugar seguro para que puedas volver a colocarlos más adelante. Tras retirar todo lo que pueda obstaculizar tu trabajo, limpia la parte donde irá la nueva tela con un paño húmedo. De esta manera, eliminarás posibles suciedades y manchas en la cabecera que harán que la tela quede fea si no las limpias.

Corta y ajusta el tejido

Una vez limpio, es hora de empezar a ajustar la nueva tela. Desenrrolla el tejido sobre una superficie plana y coloca la cabecera sobre la tela, con la parte delantera hacia abajo. Asegúrate de que la tela tiene suficiente longitud a ambos lados para cubrir la parte trasera de la cabecera. Puedes garrapatear con un lápiz la forma de tu cabecera en la tela, y dejar unos segundos para que se quede visible. Así tendrás una guía para cortar el tejido. Una vez que hayas cortado la tela, asegúrate de dejar unos centímetros de más para que puedas doblarlos por detrás de la cabecera y tensar la tela. El dobladillo se verá por detrás, pero no por delante, y lo esconderás con los empalmes que más adelante hagas.

Empalme la tela

Una vez tengas el tejido cortado y ajustado, es hora de empezar a fijarlo a la cabecera. Empieza por el centro para que la tensión de la tela se distribuya uniformemente y empalma el tejido. Siempre empezando por el centro. Tienes que doblar el tejido hacia atrás para tapar los bordes de la cabecera, tensando la tela para que quede lo más lisa posible. Si te sobra algún trocito en los lados, no te preocupes, porque lo podrás recortar con un cutter o con unas tijeras más adelante. Una vez que el tejido esté fijado y empalmado, trabaja desde el centro hacia los lados, asegurándote de que la tensión sea uniforme en todo momento. Si hay algún pliegue o arruga en la tela, es hora de retirarla y empezar de nuevo. La tela debe estar lo más lisa posible para que el resultado final sea lo que estás buscando.

Paso Extra

Si eres un poco manitas puedes añadir botones decorativos que hagan contraste con el tejido elegido utilizando un alfiler largo, metiendo un botón de tapicería y dejando un espacio de unos 6 cm hasta en frente de la cabecera y luego con hilo de tapizar, hacer una costura por ese espacio que hemos dejado con el botón. ¡Y listo!

Añade los elementos decorativos

Una vez que la tela está bien tensa y fijada en la cabecera, es hora de empezar a añadir los elementos decorativos que retiraste al principio. Utiliza una aguja e hilo de tapicería para fijar los botones decorativos u otros elementos que hayas elegido, como tachuelas, almohadones extra, etc. Asegúrate de que los elementos decorativos están equidistantes y a la misma altura, de esta forma tu cabecera tapizada quedará perfecta.

Conclusión

Tapizar una cabecera de cama es una forma fácil y creativa de dar un toque personalizado a tu dormitorio. Elige un tejido que se adapte a tus gustos, limpia la cabecera y ajusta el tejido. Una vez fijada la tela utilizando la técnica de empalme, añade los elementos decorativos que hayas elegido. Sigue estos consejos y tendrás una cabecera de cama tapizada de forma fácil y creativa y renovar el look de tu dormitorio en muy poco tiempo.